VALORACIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA EN PACIENTES ENFERMEDAD RENAL TERMINAL, BASADO EN SU ADHERENCIA A TRATAMIENTO SUSTITUTIVO RENAL/HEMODIALISIS.

Abstract

La enfermedad renal crónica es considerada a escala mundial un importante problema de salud pública; la insuficiencia renal terminal se define como una alteración irreparable de la funcionalidad renal. La misma que dependiendo del cuadro clínico del paciente lo llevaría a un inicio emergente de una terapia renal sustitutiva.

Para los pacientes que reciben el diagnóstico de enfermedad renal crónica estadio V, el tratamiento sustitutivo renal cambiará su estilo de vida de forma permanente y a larga data debido a que su rutina diaria y semanal se ve modificada. Además involucra técnicas altamente invasivas y demandantes que implantan cambios sustanciales en el entorno de la persona. Los pacientes que inician tratamiento sustitutivo renal deben acudir a la unidad de cuidados de forma trisemanal, con una duración de cuatro horas en cada sesión, por lo que es importante señalar que el tratamiento de hemodiálisis requiere continuidad y disciplina para que sea efectivo. El paciente inicia un cambio importante respecto a sus hábitos de alimentación. Evidentemente, para el paciente se despliegan múltiples estresores como problemas psicológicos, y sociales que requieren acompañamiento y vigilancia por parte de los familiares y personal de salud para que no se conviertan posteriormente en trastornos de ánimo y conductuales. Otro aspecto importante es la manera como los pacientes reciben el diagnóstico y posterior tratamiento, regularmente lo asocian a la probabilidad de muerte inmediata y ser una “carga” para sus familiares y de manera inmediata se despliegan una serie de pensamientos catastróficos; en consecuencia, una oportuna intervención y acompañamiento psicológico son fundamentales para que el proceso de adaptación al tratamiento sea favorable para el paciente y su familia.